PeepArt potencia la educación cultural y artística y fomenta el ocio creativo. Así que para demostrarlo os resumimos lo que fue el último workshop que hemos llevado a cabo con Balanza, en “Tiempo de Luz”, su última exposición.
Las familias entraron en la sala y, libremente, vieron y vivieron las obras. Las preguntas fluían de niños a padres y de padres a niños en un intento de entender la obra abstracta y conceptual que tenían ante sus ojos. Nadie podía dar las respuestas acertadas excepto el autor, así que en cuanto se dio por terminada la exploración llamamos a Balanza que hasta ese momento observaba a las familias sin ser visto.
Hizo su aparición y se hizo el silencio porque Balanza impone hasta que comienza a hablar y deja salir su cercanía y humanidad. Estaba nervioso por enfrentarse a un público tan difícil como el infantil, sincero al extremo e inquieto por naturaleza. Así que se sentó en el suelo, los niños le miraron de tú a tú y comenzó el diálogo.
Fluyeron las preguntas, respuestas y los comentarios sobre las obras. Pudieron tocar el hierro y sentir la textura de las soldaduras y tanto niños como adultos se llevaron a casa un trocito de Balanza y su obra.
Los niños sintieron al artista como un agente más de su entorno y a su obra como una manera de expresarse. Los adultos ensancharon su mirada y se quedaron con la buena sensación que deja el haber hecho posible que sus hijos vivieran una experiencia enriquecedora.
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